jueves, 28 de junio de 2012

Ensalada de lentejas, nectarinas y arándanos

En días de calor intenso el cuerpo me pide poco más que ensaladas y sopas frías por lo que tengo una larga lista de opciones a cual más apetecible.

Y para paliar el calor -moderado, eso sí- que tenemos en Munich hoy traigo esta receta que es tan atractiva a la vista como deliciosa al paladar.


Hay que decir que el verano está perfectamente diseñado para traernos frutas como las nectarinas y los arándanos que combinadas en una ensalada como esta se convierten en un plato absolutamente refrescante, nutritivo y chispeante.

Las nectarinas se pueden sustituir sin mayor problema por melocotones o albaricoques y los arándanos también se pueden sustituir por frambuesas pero a mí me encanta como estas pequeñas perlas rojas explotan liberando su zumo y compensando con su acidez el dulzor de las nectarinas.


Hablando con mi padre me cuenta que el huerto ya ha comenzado a dar deliciosos calabacines, lechugas tiernas y crujientes, cebollas, las mejores nectarinas del mundo y algunas verduras más mientras las plantas de berenjenas ya están en flor, las tomateras están bien cargadas y los frutales jóvenes van a empezar este año a dar sus primeras frutas... ¡qué morriña, por favor!

Y tras este ataque de nostalgia aquí está la receta de esta fantástica ensalada.



Y ya sólo recordar que hoy se publica mi fotografía en 1080 Fotos de Cocina. Se trata de un clásico que sé que le gusta mucho a mi madre, la leche frita, por lo que esa fotografía te la dedico a ti mamá.

viernes, 22 de junio de 2012

Can Colette cumple un año

Hace un año comencé a publicar recetas en este blog que creé como medio de motivación e inspiración en el tránsito hacia una alimentación vegetariana.


En estos 365 días no sólo he preparado un gran número de deliciosas recetas 100% libres de carnes y pescados sino que sobre todo he aprendido a combinar vegetales, granos y legumbres de forma saludable y equilibrada. Al principio me costó y me suponía cierto conflicto el cambio pero ahora estoy convencida de que no hay vuelta atrás.

Quiero enviar un millón de gracias a todas las personas que me seguís y que me dejáis comentarios. Un millón de gracias por dedicar vuestro tiempo a ver, leer y dejar comentarios siempre positivos a lo que aquí se cocina.

Gracias a este blog también he conocido deliciosos blogs que sabéis que sigo y que tengo que visitar con una servilleta colgada del cuello de la camiseta por las delicias que me encuentro. Mi admiración para el gran trabajo que hacéis quienes dedicáis tiempo y cariño a cocinar y a compartir vuestras experiencias al mando de hornos y fogones.

Y después de este positivo balance ahora toca seguir cocinando, fotografiando y escribiendo recetas pero he pensado en hacer algún pequeño cambio a modo de nuevo desafío. 

Como sabéis pongo especial cuidado en cuidar los estilismos de mis fotografías y me encanta hacerlo pero en este segundo año de Can Colette me he propuesto poner más atención si cabe en los ingredientes. Quiero explorar la deliciosa fotogenia de sus colores y texturas. Quiero pararme más tiempo a observar y a sacar toda la belleza de los alimentos, de las atractivas texturas de tejidos y superficies naturales, de las plantas que voy recogiendo de aquí y de allá en mis paseos en bicicleta... 

Por lo tanto intentaré basar los estilismos principalmente en un sencillo juego de platos blancos y trataré de sacar todo el atractivo de los alimentos apostando por elementos sencillos, naturales y honestos.

¡Y ahora vamos al lío!

Hoy, y sin que sirva de precedente ;-), traigo un menú completo: desde el entrante hasta el postre pasando por un completísimo plato principal.

Y voy a empezar con esta crema se puede tomar no muy caliente o tibia y sabe a todo lo bueno del verano: alegría, luz, energía, color...





Quienes llevéis una dieta vegetariana ya sabéis lo importantes que son las legumbres para obtener un adecuado aporte de proteínas pero las proteínas de las legumbres carecen de un aminoácido que sí que contienen los granos para ser completas. Por eso se recomienda siempre acompañar las legumbres de arroz u otros granos. 

Para este plato yo he complementado los guisantes con las quinoa en forma crujientes y sabrosas tortitas y para refrescar le he añadido una riquísima salsa de yoghurt, menta y cilantro y una ensalada de hojas.




Y para un plato dulce pero no demasiado y de lo más vistoso con otros dos ingredientes en todo su esplendor: fresas y ruibarbo. 

Sé que el ruibarbo no se encuentra fácilmente en las fruterías de España por lo que se puede sustituir fácilmente por melocotones o albaricoques resultando una combinación deliciosa. 




Y para terminar tan sólo comentar que la primera fotografía de este post corresponde a la preparación de mi aportación de este mes al proyecto 1080 Fotos de Cocina que os recomiendo que sigáis visitando porque cada vez está más inspirador...

Mi fotografía completa se podrá ver el jueves 28 de junio.

Feliz fin de semana!