Mis mejores deseos para el nuevo año. Que el 2013 sea un año estupendo lleno de amor, salud, éxitos y momentos felices.
Muchísimas gracias a todos y cada uno de quienes me habéis visitado y por supuesto a quienes habéis dedicado unos minutos a dejarme una valoración o un comentario. Estoy muy agradecida.
¡Feliz 2013!
Y ahora os voy a hablar un poco de esta receta.
La primera vez que probé la tarta de zanahoria vivía en Irlanda y tenía veintipocos años. Reconozco que me pareció raro e incluso sospechoso eso de comer hortalizas en una tarta (me parecía el típico invento de una madre desesperada por no saber como hacer que sus pequeños coman verduras) pero fue probar el primer bocado y mi mapa de sabores favoritos se abrió al instante para hacer sitio a esta jugosa, reconfortante y decadente tarta de zanahoria.
Con el paso de los años he ido adaptando la receta a mi gusto y creo que se puede decir que esta es 'Mi' tarta de zanahoria.
El hecho de llevar harina de espelta y azúcar integrales no afecta en absoluto a su delicioso sabor y cremosidad.
No sé cuántas veces la habré preparado ya pero la sonrisa y la cara de felicidad de cuantos la han probado han sido la prueba de que esta sencilla tarta de invierno merece seguir repitiéndose porque está comprobado que llega más allá del paladar.
Tengo que decir que siento mucho no haber podido poner una fotografía de la tarta entera pero esto ha sido debido precisamente al éxito que tiene...
Y por último decir que esta receta va con una cariñosa dedicatoria a María y a Rebeca (ellas saben muy bien por qué).